Pues
estamos bien, los seis flamantes furgones blindados de las Unidades Centrales
de Seguridad no dan para los siete policías que han de ir en ellos. Los
antidisturbios municipales se quejan de que no caben en ellos pues son copia de
los que tienen los antidisturbios de la Policía Nacional, pensados para seis
personas mientras que en Madrid, son siete los que van por coche. Y para colmo
de males, como señala la Asociación de Policía Municipal Unificada, se les
queda «una pierna fuera sin vestir el equipo especial; con él, imposible».
Lo
mismo pasó con los nuevos coches patrulla estrenados hace poco días: los
policía miden 1,80 y no pueden ir sentados correctamente.
Una vez
más, estamos en el país de las chapuzas y las cosas se hacen mal. ¿Y ahora qué
hacemos con estos nuevos coches y furgones? ¿Comprimimos a los policías para
que quepan en ellos o dejamos que vuelvan a usar los antiguos vehículos?
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