Terminamos
ya este larguísimo repaso por la prensa local madrileña con una noticia
curiosa:
Según
una investigación de la Universidad de Alcalá de Henares, «el habla de Madrid tiene
cada vez menos particularidades con respecto a la del resto de hispanohablantes
y los adolescentes tienen un vocabulario muy rico en algunos ámbito». La
investigación, llevada a cabo por tres profesores de la Facultad de Filosofía y
Letras de la citada universidad, se centró en los distritos de Vallecas y
Salamanca y han observado que expresiones como “estar al loro”, “molar
cantidad” o “comerse una rosca” están en retroceso entre los jóvenes.
Según el estudio, a nivel fonético, el habla de los
madrileños se distinguiría por la aspiración de la “s” y la pérdida de la “d»”;
mientras que en gramática sus señas de identidad serían el laísmo, el leísmo y
el loísmo, así como el uso de los diminutivos». Finalmente, el léxico de los
jóvenes coincide cada vez más con el de los aragoneses andaluces y
castellanoleoneses.
Del laísmo doy fe de ello porque es un defecto que tengo, lo
reconozco, pero al estudio, muy resumido en la noticia del ABC, le echo en
falta otro defecto del habla madrileño: el yeísmo. Los madrileños no sabemos
pronunciar la “ll” y lo hacemos como si fuera la “y griega”, y no es lo mismo
pollo que poyo, o en su versión en femenino. Está claro.
¡Que tengáis un buen jueves!
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