Ir al contenido principal

Los 25 espléndidos años de la Filmoteca Nacional





(Os ponemos una foto del aspecto de este cine en 1984, en sus años cerrado y degradado)

En 1963 el Cine Doré proyectó la última sesión y echó el telón definitivamente, cayendo, lentamente en el olvido y la degradación. Afortunadamente, la Filmoteca Nacional lo rescató y rehabilitó para sede propia en 1989 y hoy, 25 años después, luce como el primer día, los mismos años que lleva Juan Carlos Sánchez desde que llegó como operador de cabina en este mítico cine y que, en un espléndido reportaje cuenta en qué consiste su trabajo. También su gerente, Antonio Santamarina, nos habla de la evolución del cinematógrafo en estos últimos años.

Y, tirando del Diccionario enciclopédico de Madrid (de una servidora) añadimos unos apuntes más:

«Construido por Críspulo Moro Cabeza, fue uno de los primeros cines que abrió sus puertas en Madrid. Ocupa el solar donde en 1900 existió una barraca de cinematógrafo. Es de estilo modernista y una de las escasas construcciones del modernismo madrileño. El cine empezó llamándose Do-Re, uniéndose después las dos palabras y quedando Doré. De hecho, en la fachada, se sigue leyendo el nombre separado. Era un cine de sesión continua, su horario era de tres de la tarde a dos de la madrugada. Debajo de la pantalla había un piano que amenizaba las entradas y los descansos. Fue conocido también en sus buenos tiempos como "el palacio de las pipas". Cerró definitivamente en 1963 y en 1982 el Ayuntamiento lo compró a una sociedad y lo destinó a sede de la Filmoteca Nacional», página 159.

(Aprovechamos para informar que en imprenta está ya la nueva edición de este diccionario, corregida y actualizada, en formato cuadrado con tapa blanda, mucho más manejable, con fotografías en blanco y negro y, sobre todo, más barato).

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué los madrileños llaman Lista a la calle de José Ortega y Gasset?

La calle de José Ortega y Gasset recibió este nombre en 1955, cuando se eliminó su primera denominación, calle de Lista, el cual se asignó en 1871 y estaba dedicada al sacerdote, escritor y matemático sevillano del siglo XVII, Alberto Rodríguez Lista y Aragón.  A pesar de los años transcurridos desde que recibió su nueva denominación, popularmente, los madrileños la siguen llamando Lista, quizá también por la permanencia del nombre en la estación de metro. Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea. Ediciones La Librería. ___ edición. ___ €. http://www.edicioneslalibreria.es/  

Origen del nombre de Moncloa

El distrito de Moncloa debe su nombre a los condes de Monclova (con v) ‑título que ostentan actualmente los duques del Infantado-, dueños de gran parte de los terrenos donde hoy se asienta el distrito.  Los condes residían en el antiguo palacete de la Moncloa el cual pasó a distintos propietarios y fue destruido durante la Guerra Civil, por ser toda esta frente de batalla.  El actual palacio de la Moncloa, mucho menor en tamaño, se construyó imitando el estilo antiguo del primitivo.  Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte Isabel Gea. Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€. http://www.edicioneslalibreria.es/

¿Por qué el edificio del Teatro Real tiene forma de ataúd?

El Teatro Real se construyó en el solar del antiguo teatro de los Caños del Peral que fue derribado por su mal estado en 1817. Un año más tarde, comenzó la construcción del nuevo teatro que se prolongó a lo largo de más de treinta años, siendo inaugurado en 1850 por la reina Isabel II. La planta del teatro resultó muy forzada por el solar que ocupaba, lo que había obligado al arquitecto Antonio López Aguado a articular la sala y el escenario de tal manera que quedaron muchos espacios vacíos así como un difícil tránsito a través de las alas y de las cajas de escaleras. Como la entrada por la plaza era de uso exclusivo para la familia real, y el público entraba por la fachada posterior en la plaza de Isabel II, los espectadores se veían obligados a recorrer interminables pasillos y escaleras. Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico señaló que «este edificio [el teatro] tiene la planta mas ingrata que para un edificio de esta clase ha podido elegirse». En cualquier calleje