Qué
duda cabe que para que los adultos tengan la costumbre de leer libros, hay que
fomentar el hábito a los niños desde bien pequeños, haciéndola atractiva con
cuentacuentos y talleres, entre otras actividades. Son pocas las librerías
destinadas a los peques, pero bien surtidas y con muchas ganas de que los niños
participen en todas las iniciativas que les preparan sus dueños. La labor que
hacen es encomiable y más teniendo en cuenta que los niños de hoy cada vez
tienen menos tiempo para la lectura, la televisión, la videoconsola y la Tablet
son una muy dura competencia.
El
artículo incluye las direcciones de estas pocas librerías especializadas en
esos “locos bajitos”, como los definía Serrat en una inolvidable canción.
La foto
de la noticia es preciosa, al menos a mí me lo parece, todos los estantes
blancos llenos y llenos de libros, infantiles en este caso.
¡Que
disfrutéis de este domingo septembrino!
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