La plaza del Dos de Mayo era famosa en la “movida madrileña” de los años 80 por ser punto de encuentro de progres, pasotas, drogadictos y demás "tribus" urbanas.
Aquí se levantó -a modo de monumento- lo que fue el arco o puerta principal del parque de Monteleón, lugar donde comenzó el alzamiento del 2 de mayo de 1808.
En esta histórica fecha, los madrileños se levantaron contra las tropas francesas defendiendo el entonces cuartel con su vida.
El parque, antiguo palacio, había sido construido en 1690 por los marqueses del Valle, duques de Monteleón y Terranova y nietos de Hernán Cortés. En 1908 se colocó frente al arco el monumento histórico en homenaje a Daoiz y Velarde, que sustituyó a otro provisional que hubo fabricado con cartón.
Este primer monumento debió de ser digno de ver. Ambos héroes llevaban casacas de color azul, espadas forradas con papel de plata, y pantalones y chalecos blancos con vueltas de color rojo, además de polainas negras. El pelo era de color rojo y estaban con los brazos en alto, en actitud heroica. Enmarcándoles había un arco pintado de rojo, simulando ladrillos.
Meses más tarde, las esculturas, por efecto de las lluvias, empezaron a desteñirse y a deshacerse, ante la sorpresa de los madrileños.
La explicación de todo era bien sencilla: el monumento de cartón había sido colocado para cumplir con la fecha de la inauguración, dado que aún no estaba terminado el definitivo de bronce.
Del libro "Curiosidades y anécdotas de Madrid". Isabel Gea. Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€
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