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PRENSA DEL DIA


El ABC de hoy nos explica el porqué de la expresión “Entre Pinto y Valdemoro”. Yo me sabía la primera de las tres leyendas que incluye, las otras dos, no y la segunda, tiene mucha gracia y deduzco que sería Felipe IV el que estuviera “entre Pinto y Valdemoro” dada su gran fama de mujeriego.

¿Qué hay entre Pinto y Valdemoro?

Según los vecinos de ambos municipios, la expresión proviene de una leyenda de origen dudoso, la del «borracho del arroyo», pero hay múltiples versiones

http://www.abc.es/20120810/local-madrid/abci-pinto-valdemoro-201208091754.html


NOEMÍ LÓPEZ TRUJILLOTRANSNOEMI / MADRID
¿Quién no ha empleado en alguna ocasión la expresión «estar entre Pinto y Valdemoro» en referencia a un estado de indecisión, dubitativo? Pero, ¿qué hay entre ambos municipios? Según Google Maps, 7 kilómetros de autovía (la de la A-4) rodeada por un polígono industrial y el Parque Juan Carlos I; en definitiva, asfalto. Según los vecinos de ambos municipios, los pinteños y los valdemoreños, una leyenda de origen dudoso, la del «borracho del arroyo» es la responsable del dicho popular.
Se dice que, antiguamente, Pinto y Valdemoro estaban separados por un arroyo. En Pinto, había un hombre aficionado a la bebida que tenía por costumbre ir con unos amigos a las afueras del pueblo. Cuando llegaban al arroyo, el «borracho» se entretenía cruzándolo de un lado a otro mientras decía: «Ahora estoy en Pinto. Ahora estoy en Valdemoro». En uno de los saltos tropezó, cayó al río y gritó: «¡Ahora estoy entre Pinto y Valdemoro!».
Hay versiones para todos los gustos. Otra de ellas es la de los reyes de la dinastía de los Austrias, quienes visitaban a menudo Valdemoro, su lugar de descanso de camino a Aranjuez. Al parecer, entre ambos pueblos había una casa con mala reputación, la cual frecuentaba uno de estos reyes de manera asidua. Así, cuando alguien preguntaba dónde estaba el monarca, se decía que estaba «entre Pinto y Valdemoro», para no aludir al lugar concreto.
Otra de las explicaciones alude al vino. Valdemoro tenía fama de tener el de mayor calidad de todo el reino. El vino pinteño, sin embargo, era inferior al valdemoreño. Por ello, se cuenta que cuando alguien tomaba un vino que no era ni bueno ni malo se decía: «Está entre Pinto y Valdemoro».

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